Cuando tenía 22 años empecé a trabajar en una pequeña empresa de consultoría en el que fue mi primer trabajo estable. Apenas llevaba unas semanas cuando mi jefe me llamó a su despacho para decirme que me enviaba de viaje por varios países de Centroamérica. ¿El motivo? Conseguir nuevos clientes.
Durante dos meses y sin nadie que me acompañara.
A esa edad yo apenas había viajado y seguía siendo un chico tímido y cargado de complejos. De los que tiemblan sólo con pensar en hablar con un desconocido o acercarse a la chica que les gusta.
Y sin apenas experiencia, me enviaban a miles de kilómetros de distancia a buscarme la vida con empresarios que me doblaban en edad.
Pero volví de ese viaje cambiado. Cuando me encontré solo en medio de ciudades desconocidas y la incertidumbre se convirtió en mi rutina diaria (con un aterrizaje de emergencia en Santo Domingo incluido), mis principales preocupaciones pasaron a ser otras.
Eran los tiempos donde no había GPS ni Google Maps, ni forma de llegar a un sitio si no era preguntando. No tomar la iniciativa y hablar con gente podía significar perderme, no encontrar cobijo, o meterme en problemas.
Tuve que buscarme la vida por necesidad, y todos los frenos mentales que durante mi cómoda vida anterior me habían impedido relacionarme con desconocidos se desvanecieron en el instante en que aterricé. Fue un viaje en el que aprendí mucho.
Te he contado todo esto porque una de las mejores formas para vencer la timidez es poner tus miedos en perspectiva. ¿Crees que si tuvieras que luchar a diario para encontrar un sitio donde dormir te preocuparía lo que los demás estuvieran pensando de ti?
Po eso me alegré mucho cuando Edu Serrano me dijo que quería explicar a los lectores de Habilidad Social la historia de cómo consiguió deshacerse de sus miedos enfrentándose a un reto mayúsculo: viajar en solitario durante una larga temporada.
Edu es un gran viajero y un ejemplo de superación personal. Ha desafiado sus creencias y cultivado sus relaciones sociales hasta convertirse en la persona que es hoy en día. Y durante los últimos años ha vivido experiencias que le han ayudado a superar el miedo al rechazo y a derrotar la timidez que le impedían relacionarse con los demás siendo él mismo.
Para conseguirlo convirtió el viaje en su aliado, con un punto de inflexión en 2011 cuando estuvo todo un año de intercambio en Alemania mientras estudiaba y trabajaba, pero sobretodo tras un viaje en solitario de 11 meses por el sureste asiático que le abrió los ojos definitivamente.
Actualmente comparte sus experiencias sobre viajes y desarrollo personal en el blog Ruta Kaizen, mientras construye un proyecto que le proporcione la libertad para seguir viajando, creciendo como persona y trabajando desde cualquier parte del mundo con una conexión a internet.
Es una gran noticia poder contar hoy con el testimonio y los aprendizajes de Edu en Habilidad Social. Espero que su historia te inspire para empezar a dejar atrás tus miedos y atreverte a hacer lo que nunca antes te hubieras podido imaginar.
Te dejo con Edu 😉
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Cómo vencí mi timidez viajando: 5 valiosas lecciones
Imagínate que llevas varias semanas planeando un viaje con tu amigo.
Ya habéis pagado los billetes para iros bien lejos y es ese viaje que los dos lleváis soñando desde hace tiempo.
Sin embargo, los últimos días previos al viaje tu amigo empieza a sentirse mal, finalmente cae enfermo y no puede moverse de la cama.
A pesar de que tú haces lo imposible para que él se recupere, te comunica la noticia: no va a poder viajar. Los billetes no se pueden cambiar de propietario y lo primero que piensas es “tierra trágame…”.
Tienes dos opciones:
- Quedarte tu también en casa, aun no estando enfermo.
- Viajar tú solo de todas formas, aunque seas tímido.
¿Qué harías? ¿Te quedarías en casa o te irías de viaje a tierras desconocidas si nadie pudiera acompañarte?
Esa situación la viví personalmente hace tiempo y elegí la primera opción. Desgraciadamente, no me fui de viaje porque no me atreví a hacerlo solo. Hoy en día otro gallo cantaría.
Los problemas de ser tímido
Muchas personas que me conocen se sorprendían: deportista, alto, fuerte… los ingredientes perfectos para ser un triunfador. Pues no. Me he pasado gran parte de mi vida siendo el tipo de persona de la primera opción:
- Tenía baja autoestima y un terrible miedo al rechazo.
- Me ponía nervioso al hablar con desconocidos, sobretodo mujeres.
- Tenía un éxito a nivel amoroso bastante pobre: si no “me ligaban” no me comía un rosco.
- Mi lenguaje corporal dejaba bastante que desear: manifestaba la poca confianza en mí mismo.
En resumen: mis habilidades sociales eran un desastre.
Si a eso le añades que durante 5 años tuve una amistad extremadamente tóxica que usaba etiquetas y comparaciones para persuadirme de que hiciera lo que él quisiera, el problema era mayúsculo.
Gracias a una experiencia que la vida me puso en bandeja, afronté mi primer viaje en solitario para estudiar en el extranjero.
Me di cuenta de que la timidez podía condicionarme de por vida, y tome la decisión de pasar a la acción de una vez por todas.
Con el tiempo, comprendí que viajar en solitario es una de las experiencias más increíbles, alucinantes y enriquecedoras que puedes vivir.
Se podría decir que viajar, pero sobretodo viajar solo, me salvó la vida. Me ayudó a conocerme a mí mismo, a conocer gente, a vencer mi timidez y a entender que la mayoría de mis miedos eran absurdos.
Además, también aprendí a enviar a paseo educadamente a esa amistad tóxica que no me aportaba absolutamente nada.
Éstas son las 5 valiosísimas lecciones que he aprendido durante los últimos años:
1. Tu peor enemigo eres tú mismo
Nunca te educan para gestionar tus propios pensamientos ni para confiar en ti mismo.
Crecí en un entorno familiar con un sistema de creencias que no jugaba a mi favor, había comparaciones constantes con mis dos hermanos mayores y varias etiquetas que me definían o pretendían hacerlo.
Me hice mayor, fui a la universidad y en el último año de carrera, ya con 20 años, seguía siendo tímido y teniendo un brutal miedo al rechazo.
Sin embargo, conocí por primera vez a una persona angloparlante, de Estados Unidos, a través de un programa de intercambio de idiomas de la universidad, que cambió mi visión del mundo.
Ella era una persona de lo más extravagante para mí:
- Había venido totalmente sola desde Nueva York a un país que no conocía de nada y sin apenas hablar español. En ese momento pensé que estaba loca.
- Conocía y tenía amigos en los 5 continentes.
- Me gustaba, pero no me atrevía a intentar nada con ella.
- Me decía a mí mismo que NUNCA sería una persona como ella, abierta con los demás y capaz de aprender otro idioma fácilmente.
Me estaba auto-saboteando a mí mismo. Sin embargo, me lo pasaba bien y gracias a su acento americano y su característica extravagancia, aprendí algo de inglés, y yo le enseñé también algo de español.
Mi forma de entender la vida estaba cambiando, empecé a cobrar consciencia de que hay mundo más allá de lo convencional y el entorno en el que hemos crecido puede no ser el idóneo para nuestro crecimiento como personas.
Poco a poco entendí que viajar solo para estudiar en otro país era algo completamente normal para muchos otros estudiantes.
Mis pensamientos me limitaban, pero al conocer a esa persona aprendí que quien viaja solo no está loco, si no que es alguien que ha tomado una decisión firme pensando en su desarrollo personal.
Sentía que necesitaba un cambio de aires.
Conocerla y conocer a otros estudiantes de intercambio fue un punto de inflexión que me hizo plantearme seriamente hacer lo mismo. Decidí solicitar una beca para estudiar en un país atractivo culturalmente, Alemania.
Curiosamente, el último día antes de que ella volara de vuelta a Estados Unidos acabó sucediendo algo entre nosotros.
Al día siguiente la acompañé para despedirla al aeropuerto y, poco antes de que embarcara, nos fundimos en un abrazo de media hora con torrente de lágrimas incluido, momento que tendré siempre guardado en la retina. No me podía creer lo que había sucedido.
Hoy en día conservamos la amistad a pesar de vivir en países distintos.
2. Acéptate y fíjate metas realistas
El comportamiento basado en la comparación que vive nuestra sociedad es tremendamente perjudicial, porque el resultado para el que está por debajo puede causar daño (yo soy peor que, cobro menos que…).
No se tiene en cuenta lo más importante: buscar tu propia aprobación, no la de los demás.
Según la ciencia, escribir un diario personal te ayuda a aumentar tu inteligencia emocional, así que empecé a hacerlo aprovechando que aquella chica me regaló uno.
El objetivo era poner en palabras lo que pensaba de mí mismo y cómo me afectaba lo que decían de mí, y el resultado fue malo, malísimo: no escribía cosas bonitas, si no todo lo contrario.
Sin embargo, me sentía aliviado. Era como una terapia y empecé a cobrar consciencia de mis emociones.
Me estaba aceptando a mí mismo.
Cuando llegué a Alemania, pasé los primeros días con compañeros españoles que conocí a través de un foro (aún no dominaba Facebook), pero yo me había fijado algunas metas realistas:
- Superar mi miedo al rechazo interactuando con desconocidos.
- Vencer la timidez de una vez por todas.
- Conocer personas de otras nacionalidades y aprender idiomas.
En mi primer día de clases, yendo solo a la facultad me vi obligado a preguntar a un desconocido dónde estaba el aula a la que me dirigía.
Había actuado por puro instinto de supervivencia, él también estaba solo, me saludó muy efusivamente y casualmente se dirigía a la misma clase que yo, así que fuimos juntos.
Por el camino encontramos a más personas que también estaban buscando esa clase. Un turco, una francesa y una coreana se convirtieron en mis primeros amigos, sin necesidad de esforzarme.
Para mi sorpresa, ya estaba conociendo gente de muchas nacionalidades y practicando inglés y alemán, mejorando de forma notable.
Incluso encontré un trabajo en el sector de la hostelería con el que estaba en contacto directo con las personas, por lo que me veía obligado a hablar alemán e inglés. Viví muchas situaciones incómodas, pero salí adelante.
En el pasado me había propuesto algunos objetivos para vencer la timidez como:
- Decir “hola” a 20 desconocidos por la calle.
- Abordar a mujeres atractivas en las discotecas.
El resultado siempre era el mismo: me ponía muy nervioso y no lo hacía.
No tenía la necesidad de interactuar con desconocidos porque ya tenía a mis amigos y a mi familia, la famosa zona de confort, pero cuando estás solo en un lugar que no conoces no tienes más remedio que espabilarte y salir de esa zona.
¿Qué hay más allá? Incertidumbre, inseguridad, miedo… pero también aprendizaje.
Estaba aprendiendo más que nunca y lo único que había hecho era perderme, lo cual me obligó a enfrentarme a mis miedos, sin excusas.
3. Cambia tus creencias para cambiar tu realidad
Decía Wayne Dyer “cambia tus pensamientos y cambiarás tu vida”, con lo que no podría estar más de acuerdo. Sin embargo, añadiría algo más: para cambiar tu realidad, debes cambiar tus creencias.
Al inicio de ese año en Alemania, estando incluso rodeado de algunos españoles que conocí, tenía la creencia de que estaría solo sin mis amigos cerca.
Por suerte, me llevó solo unos días separarme del gueto y conocer personas de otros países, una decisión totalmente acertada. Disolví esa creencia absurda y cada vez me sentía más a gusto conmigo mismo y con las personas que iba conociendo.
Además, a lo largo del año tuve la suerte de asistir a fiestas de película americana en las que nos reuníamos todos los estudiantes de intercambio. No tenía mucho tiempo para estudiar o seguir escribiendo en mi diario, si te soy sincero.
Socializando día sí, día también, me sentía el rey del mambo, incluso una especie de líder.
Sobretodo en un viaje épico a la ciudad de Hamburgo, en el que conocí a decenas de personas y me enamoré perdidamente por primera vez en mi vida. Pasamos tres días memorables.
En alguna ocasión me sorprendí a mí mismo preguntándome si realmente ése era mi verdadero yo, social y extrovertido, cuando toda mi vida había sido una persona tímida.
En el fondo, ¡me seguía boicoteando a mí mismo!
Aunque estaba hablando sin problemas y con soltura con personas que no conocía de nada, la creencia de que era tímido seguía arraigada en mí.
Sin embargo, estaba haciendo cosas que antes me veía incapaz de hacer:
- Viajé totalmente solo a un país que no conocía de nada, sin hablar alemán y chapurreando inglés.
- Hice amigos de los 5 continentes.
- Estaba convirtiéndome en una persona abierta con los demás, y aprendí a hablar inglés y alemán fluido en un tiempo récord.
Empezaba a parecerme a la chica neoyorquina casi sin darme cuenta.
Hacía tan sólo unos meses, ni siquiera creía posible que pudiera llegar a parecerme a ella, pero había afrontado mis miedos y los había superado, en el fondo porque eran irracionales.
Estaba cambiando, o mejor dicho, desarrollándome personalmente.
Me llevó tiempo entender y asimilar que había vencido la timidez, y que realmente ya no era tímido, sino introvertido.
Aunque me encantaba estar en compañía y conocer gente, disfrutaba muchísimo de mi soledad: eran mis momentos de reflexión y de hacer lo que yo quisiera.
4. Viajar solo y mejorar habilidades sociales van de la mano
“Dentro de veinte años te arrepentirás más de las cosas que no hiciste que de las que llegaste a hacer.” Mark Twain
Al volver de Alemania encontré trabajo fácilmente gracias al alemán, y empecé a viajar de mochilero con un amigo y con mi hermano. En esos viajes volví a estar solo varios días y disfruté como un enano.
Estaba abordando a desconocidos con total naturalidad y me di cuenta de que eso antes nunca lo había hecho. El virus del viajero se había instalado en mí, no sólo había vencido la timidez si no que estaba creciendo como persona en muchos aspectos.
En noviembre de 2014, después de dos años trabajando para empresas con las que no me sentía identificado, decidí dar un giro de 180º a mi vida y me fui de viaje solo por el sureste asiático con una mochila.
Durante ese y los viajes anteriores, aprendí varias cosas que no te enseñan en al escuela ni había logrado aprender por mí mismo:
- A conocerme y confiar más en mí mismo.
- Habilidades sociales tan importantes como la asertividad.
- Gestión intercultural, conociendo personas y culturas de países tan distintos como Brasil, Corea, Estados Unidos o Argelia.
Cuando te pones a ti mismo en una situación que quizá no sabes cómo gestionar, en este caso viajar solo, te obligas a actuar y empiezas a entender que la timidez pasa a un segundo plano.
Te das cuenta de que la vida es demasiado corta como para permanecer siempre en tu zona de confort. Dejas de pensarlo y pasas a la acción de una vez, aquí y ahora.
Como dijo Mark Twain, y te lo digo yo también por experiencia, es mejor arrepentirse de algo que has hecho, que de algo que no has hecho. Seguramente estarás de acuerdo con ello.
Aunque es difícil explicarlo con palabras, el año en el que recorrí solo el sureste asiático fue el mejor máster que podía hacer. Sin duda ha sido, con diferencia, el año de mayor desarrollo personal y el más enriquecedor que he vivido en toda mi vida.
5. La clave para conseguir objetivos: ir paso a paso
Los objetivos que me marqué antes de empezar a viajar, como hablar de golpe con 20 desconocidos o mujeres atractivas, suponían un reto fuera de mi alcance. Sobretodo porque no estaba habituado a hacer ese tipo de cosas.
Con el tiempo entendí que la clave para conseguir lo que te propones es ir paso a paso, sin prisa pero sin pausa.
Antes de largarme de viaje por Asia, decidí crear mi blog añadiendo un concepto muy interesante que descubrí precisamente en un libro sobre seducción y habilidades sociales, y no lo hice por casualidad.
La filosofía Kaizen, del japonés “mejora continua” o “cambio beneficioso”, sentó las bases de la reconstrucción japonesa después la 2ª Guerra Mundial. Hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy, cada día una pequeña mejora del 1%. En pocos años el país entero resurgió de sus cenizas.
Si echo la vista atrás unos años, me doy cuenta de que me he convertido en una persona totalmente distinta, simplemente cambiando mis creencias, pensamientos y hábitos, utilizando la filosofía Kaizen.
En definitiva, estas son las enseñanzas que he aprendido viajando solo:
- No hay que tener confianza en si mismo para actuar, si no actuar para empezar a tener confianza.
- La mayoría de los miedos son irracionales: el miedo a hablar con desconocidos es absurdo comparado con la incertidumbre absoluta de viajar en solitario.
- Es necesario ser flexible y estar abierto al cambio para crecer: algunas situaciones o puntos de vista pueden abrirte los ojos y despertarte de una vez.
- La vida es demasiado corta como para no tomar riesgos.
El profesor de psicología (de nombre impronunciable) Mihály Csíkszentmihályi ha dedicado gran parte de su vida a estudiar la idea de flujo y la felicidad, que está muy relacionada con la consecución de objetivos.
Resumiendo, llegó a las siguientes conclusiones:
- Si la tarea que tienes delante es demasiado complicada, te produce frustración.
- Si en cambio la tarea es demasiado fácil, te aburres.
- La felicidad es un estado de flujo: los objetivos que te planteas deben estar ligeramente por encima de tus habilidades.
- Para fluir debes poner el foco en lo que haces: no te distraigas con otras cosas, céntrate en la acción y momento presentes.
- El yoga o la meditación son claves: te ayudan a mejorar tu capacidad de atención, y por tanto ‘fluir’.
Desde hace un tiempo practico el yoga bastante a menudo, y si bien tiene muchísimos beneficios para la salud, a mí sobretodo me ha ayudado a concentrarme en el momento presente y olvidarme de lo demás.
Igual que cuando hablo con un desconocido, me centro en la conversación y no en lo que me pueda distraer.
Tampoco estarías leyendo este artículo tan personal en un blog de referencia como éste si no hubiera escrito antes otros muchos en mi blog. He ido aprendiendo a escribir poco a poco y de manera constante con el tiempo.
No pensé en crear un blog, lo creé y empecé a escribir: ensayo-error.
Para acabar, me gustaría que vieras un vídeo muy ilustrativo sobre la zona de confort y los sueños, con el que me siento totalmente identificado.
¿Te atreves a soñar?
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Puedes seguir a Edu en su blog sobre viajes y desarrollo personal: http://rutakaizen.com.
Lara dice
Es un buen artículo con reflexiones interesantes, a mi me ocurrió algo parecido cuando estuve en un campo de trabajo en África para ayudar a una ong.
Hasta entonces había siedo bastante tímida y por eso ese verano no tenía planes así que me fui. Pero allí no me costó nada hacer amistades que todavía duran, me di cuenta de la cantidad de miedos y complejos absurdos que tenemos en las sociedades más civilizadas. De vez en cuando una cura de humildad no viene mal.
Un saludo
Edu dice
Hola Lara,
Muchas gracias por tus palabras y por contar tu historia. Todos tenemos miedo, el miedo es incluso necesario para la vida. Si no lo tuviéramos tomaríamos riesgos que podrían acabar con nuestra vida.
Sin embargo, como bien comentas en tu experiencia en África, ya viste que esos miedos que te dominan cuando le quieres hablar a un desconocido, por ejemplo, son totalmente absurdos.
Creo que tomaste una muy buena decisión yéndote a un campo de trabajo para ayudar una ONG, ellos lo necesitan y quizá hasta lo necesitabas tú para quitarte los miedos que tenías.
Un abrazo!
JL dice
Un placer tenerte por aquí Edu. Yo también soy un fanático de los viajes y conocer nuevas culturas y he recorrido asia y sudamérica en solitario durante mis impases entre trabajos y doy fe que es una experiencia que marca toda una vida. Mi próximo objetivo es África 🙂
¡Suerte!
Edu dice
Hola JL,
Si te digo la verdad, ¡estoy deseando ir a Suramérica! Me parece un continente fascinante y con una cultura y contrastes muy interesantes. Me das mucha envidia, que lo sepas 😛
Tú lo has dicho, viajes así te marcan para siempre. ¡Espero que disfrutes de tu aventura por África!
Bueno dice
Buen post, siempre es útil aprender de las reflexiones de alguien.
Edu dice
Muchas gracias «Bueno» 😀
Guillermo dice
No me había percatado de la diferencia entre «tímido» e «introvertido».
Solo por curiosidad Edu, a que edad fuiste a Alemania y que edad tienes ahora?
Por cierto sin conocer la cita de Mark Twain llegué a la misma conclusión, pensé que era mi frase 🙁
Un abrazo!
Edu dice
Hola Guillermo,
Fui a Alemania el último año de universidad cuando tenía apenas 21 años, y ahora acabo de cumplir un cuarto de siglo.
El significado de la cita de Mark Twain debería estar interiorizado por todos los seres humanos de este planeta. Yo creo que también descubrí que la cita era suya después de haber llegado a esa conclusión jajaj.
¡Un fuerte abrazo!
Jose dice
Gracias por el artículo, yo no me considero tímido pero reconozco que a veces es bueno afrontar nuevos retos y cambiar un poco de aires para ver desde lejos nuestra vida. A veces si tenemos un miedo es malo darle vueltas y vueltas para vencerlo ya que lo único que conseguimos es obsesionarnos todavia más, por eso buscar un enfoque totalmente distinto puede ser la mejor forma de relativizarlo y ver que no es para tanto.
Saludos
Edu dice
Hola Jose,
Gracias por tu comentario y por compartir tu historia. Totalmente de acuerdo con lo que dices. Personalmente, creo que aunque no seas tímido la mejor manera de quitarte complejos y miedos tontos de encima es estando lejos de casa y solo, es un reto y aprendes a espabilarte, como comento en el artículo, por pura supervivencia.
Un abrazo.
Bianca dice
Siempre he querido hacer un viaje de estudios en el extranjero, pero nunca se me ha dado la oportunidad ni tampoco la he buscado; pero leyendo esto me puso a pensar que debo retomar esa meta. Gracias por escribir este articulo, tienes mucha razón en todo. Vivir sola nunca fue mi plan de vida simplemente se dio por cuestiones de estudio y de trabajo y sin duda alguna es lo mejor que me pudo haber pasado me he conocido más, he aprendido a tener mas fe en mi, me soy más independiete, soy más positiva, y trato de leer y mejorar cada día.. Y si yo también era muy tímida, y ahora soy introvertida pero puedo hablar con cualquier persona sobre cualquier tema. No soy extrovertida ni lo seré porque no es mi personalidad ser escandalosa o extrovertida, pero estoy muy feliz de haber logrado vender la timidez. Gracias sigue así! Que Dios te bendiga a donde vallas!
Edu dice
Hola Bianca,
Muchas gracias por tus palabras, y sobretodo por compartir tu historia. Me alegra mucho que finalmente consiguieras vencer la timidez, también por supervivencia como comentas 🙂
En cuanto a estudiar en el extranjero, personalmente tuve suerte de que mi familia me apoyó con la decisión, pero si pudiera viajar en el tiempo lo haría incluso antes de ir a la universidad, ya que es una etapa que te aporta mucho a nivel personal.
Si tienes oportunidad, te animo a que lo hagas, porque puede ser una experiencia tremendamente enriquecedora en todos los sentidos y la recordarás toda la vida.
¡Un fuerte abrazo!
Yury dice
Buenas
Muchas gracias por este artículo.
Personalmente llevo un tiempo anclada en mi vida y con sólo 20 años pues tengo la sensación de perder el tiempo, cuando esto es lo más valioso que tenemos. Paso a paso estoy dando forma a mi vida y con tu artículo me has ayudado a querer continuar y me has dado ideas para seguir mi senda, además de cosas a tener en cuenta.
Sigue viajando.
Edu dice
Hola Yury,
Muchas gracias por tu comentario, yo también he tenido esa misma sensación (demasiadas veces), a mí personalmente me sirvió el irme de viaje para aclarar mis ideas y lo recomiendo, aunque solo sean dos días.
En cualquier caso espero que acabes de darle forma a tu vida, sobretodo a tener ilusión por hacer cosas, si puede ser, cosas que te apasionen.
Un fuerte abrazo!
Claudio dice
Buen artículo Edu. Yo tengo pendiente viajar sólo y mi corazón me dice que me vendría genial pasar una temporada alejado de mi entorno.
Pero de momento me faltan huevos, dinero e idiomas. Supongo que mínimo el inglés lo debes de controlar.
Lo que más me ha gustado del artículo es la frase de «actúa para tener confianza y no esperes a tener confianza para actuar».
Edu dice
Hola Claudio,
El inglés se aprende precisamente viajando o interactuando con nativos y personas que sepan más que tú. En cuanto al tema huevos, precisamente es actuando cuando empezarás a «tenerlos», como bien mencionas.
Por otra parte, dependiendo de por dónde viajes y cómo lo hagas, puedes viajar por muy poco dinero. Aquí te dejo un artículo que escribí con 20 formas de viajar gratis, espero que te sirva: http://rutakaizen.com/como-viajar-gratis/
Cualquier cosa puedes preguntarme a través del blog 🙂 un fuerte abrazo!!
Andrea dice
Hola Edu!
Tego que decir que me encanta leerte, supongo que porque el tema que tratas es para mi una asignatura pendiente, todos tenemos miedos, como tu bien dices.
Soy de un pueblo relativamente pequeño de Badajoz con lo que creo que este handicap está alimentado un poco por el tipo de vida que he tenido, un lugar donde conoces a todos y donde todo se hace cómodo porque nunca estas solo, siempre hay alguien por la calle a quien decir: hola! o comentar alguna cosa. Fui consciente de este miedo el dia que me fui a estudiar la carrera, aun recuerdo mi angustia al salir de la facultad el primer dia y no ver a dos palmos en un dia radiante y soleado donde se hubicaba el cartelaco de la residencia de estudiantes donde vivia.
En fin, creo que he superado mis miedos en España, en parte por la compañera de habitación que conocí ese año y que al leer tu post me ha recordado a esa chica de Nueva York. Pero el extranjero?? Uff…
A dia de hoy mis viajes tienen que ser 100% planificados y con mmmuuucho maletero para albergar la cantidad de cacharros que requiere viajar con un enanito pero algún día… Algun día será el día
Un beso Edu y gracias por tu motivación
Edu dice
¡Hola Andrea!
Muchas gracias por tu comentario, es todo un regalo para mí 🙂
Creo que un viaje sin planificar puede ayudarte a crecer como persona mucho más que uno planificado, pero es cierto que todo depende de cada persona, y un niño es cierto que requiere atención (pero no tanto maleteo jajaj).
También te digo que he conocido a muchas familias y personas viajando con sus hijos durante un tiempo fuera de España. Aquí tienes un par de enlaces para que veas que viajar con niños es totalmente normal y puede ser de lo más divertido sin necesidad de planificar:
http://blogs.elpais.com/paco-nadal/2013/05/12-webs-imprescindibles-viajar-con-ninos.html
http://elpachinko.com/blogs/25-blogs-de-viajes-con-ninos/
Espero que te sirvan. Un fuerte abrazo y feliz jueves! 🙂
Noanil dice
Hola Edu, no sabes como me he sentido reflejada al leer tu historia. Yo ta bien soy muy timida y a los 18 años me fui de au-pair a Irlanda. Todos mis amigos no lo podian creer. Creian que estaba loca. Pero fue lo mejor que hice. Me encontre a mi misma y poco a poco fui venciendo mi timidez. Luego al volver , el virus viajero ya se habia apoderado de mi. Termine la carrera de Turismo y me falto tiempo para dejar un muy buen trabajo y viajar por Australia. Lo hice con otra persona sin el virus viajero por lo que solo aguanto 1/2 año y nos volvimos sin durar 1 año como estaba previsto. Ahora soy madre y sigo con las ganas de viajar. De hecho hago todo lo que puedo para enseñar a mis hijos lo maravilloso que es el mundo (puedes verlo en mi blog noanil) pero he perdido un poco ese arranque de dejarlo todo, coger a mis hijos y viajar. Economicamente ahora tampoco podemos pero todo se andara. Por cierto, yo tambien soy del centro de Badalona aunque ahora vivo en los Pirineos. Un saludo y enhorabuena. Me ha encantado leerte.
Edu dice
Hola Noanil,
¡Muchas gracias por tus palabras! Entiendo el sentimiento que tuviste cuando te decían que estabas loca, porque en mi caso era algo parecido sobretodo cuando me tomé el año sabático para viajar por Asia. Esas son experiencias que te marcan para siempre.
Menudo viaje el de Australia, aunque fuera ‘sólo’ medio año estoy seguro de que fue una bonita experiencia. Es normal que ahora con hijos no viajes tanto, pero en cuanto crezcan un poco puedes llevártelos perfectamente contigo 🙂 Creo que como bien dices, ellos tienen que darse cuenta de que el mundo está ahí para descubrirlo. En cualquier caso en el comentario anterior dejo algunos blogs sobre viajar con hijos, puedes echarle un vistazo si quieres.
El enlace a tu blog me lleva a una página que dice que tu blog no existe… ¿Quizás has puesto un enlace que no funciona? En cualquier caso espero que algún día te vuelvas a animar y viajes más aunque sea cerquita de casa, que vives en una región privilegiada 😀 Si algún día bajas a Badalona y quieres tomar un café o lo que sea ya sabes dónde encontrarme.
Un fuerte abrazo!
noanil dice
Hola Edu. No se porque dice que mi blog no existe. Estoy empezando y seguro que hago alguna cosa mál. Esto de ser blogger es todo un mundo.
Ya sigo a muchos bloggers de familias que viajan con niños y mi blog tambien trata de viajar con niños. Ahora por el tema econòmico no podemos hacer grandes viajes como me gustaría, pero como tu bien dices vivo en una zona privilegiada donde hacer muchas excursiones y en esto estoy.
Un saludo
El link de mi blog es: http://noanil.blogspot.com.es/2014/03/green-indoor-park.html
noanil dice
http://noanil.blogspot.com.es/p/viatges-amb-nens.html
mejor este
Lisette dice
Hola Edu, la verdad me encanto este artículo.
Yo me considero una chica muy timida, es muy dificil para mi relacionarme con los demás y tengo muchos complejos que desearía eliminar.
Me gustó mucho haber leído tus experiencias y como pudiste superar tu timidez, y creo que ahora me siento motivada a enfrentar mi timidez, mis tontos miedos irracionales y poder ser libre de una vez por todas.
Quisiera saber de que manera escribir en un diario personal, me ayudaría.
Gracias.
Edu dice
Hola Lisette!
Muchas gracias por tus palabras 🙂
En realidad los miedos son proyecciones que hace nuestra mente hacia el futuro, pero cuando haces algo que no estás acostumbrada es normal que asalten inseguridades, nervios y dudas.
Nos han hecho creer que el miedo es malo pero no lo es. Permítete sentir ese miedo pero no dejes que te paralice, actúa a pesar de él y verás como, poco a poco, las cosas cambian 🙂
Respecto al diario, creo que es muy útil anotar precisamente esos sentimientos que afloran cuando sales de tu zona de confort en cualquier situación.
No es necesario que escribas en tu diario cada día (aunque se llame diario). Puedes hacerlo cuando te apetezca, por ejemplo un par o 3 veces por semana.
Bren dice
Edu sinceramente todo lo que has contato me ha motivado muchísimo, soy universitaria y a veces me cuesta hablar por la vergüenza al que dirán , este artículo me ha abierto los ojos no buscando la aceptación de los demás, la parte que me encantó fue «actuar para empezar a tener confianza» graciias!!
Edu dice
Hola Bren,
Me alegra mucho que te haya gustad el artículo, gracias a tu por tus palabras 🙂
Espero que vayas ganando en confianza con más acción incluso en los momentos de dudas e inseguridad (que los habrá).
Un abrazo enorme!
Denys dice
¡Hola!
Me alegra mucho haberme topado con este blog. Tengo 21 años (en 1 mes cumplo 22) y estoy en un punto de mi vida en donde me siento completamente perdida. Estoy a puertas de terminar una carrera que al final no me termino apasionando y que a pesar de saber a mitad de carrera que no me gustaba, no deje me salí porque tenia miedo y creí que era un sentimiento temporal, pero el haberme obligado a seguir solo hizo que ese sentimiento de frustración y fastidio por la carrera creciera al punto que tenía rabia conmigo misma y con gente que no tuvo la culpa. Tengo muchos vacíos al respecto, por lo que tengo miedo de salir al mundo laboral ya que se que hay muchas cosas que vi durante la carrera que ya no recuerdo y no me he puesto en la tarea de estudiarlas de nuevo porque como mencione, no me apasionan.
He perdido muchas oportunidades en la vida por estar aferrada a la timidez: a esta edad nunca he tenido una pareja, no he vivido experiencias que muchos de mis compañeros han vivido como salir de fiesta, viajar, etc. Incluso, por la frustración de sentirme perdida y mi aferración al miedo, me aleje del mundo, todo me fastidiaba, no leía noticias, deje de indagar sobre cosas como la música y muchos otros temas que me encantaban y hoy en día soy muy ignorante en muchos temas que debería saber, pero ahora, poco a poco estoy aprendiendo de ellos.
Durante la carrera tuve gente que me recordaba que debía dejar mis miedos atrás y aventurarme a hacer cosas. Uno de mis profesores alguna vez le dijo al salón de clase que nos aventuráramos a irnos solos a otro país a estudiar inglés y que aprovecháramos que estábamos jóvenes y no teníamos muchas responsabilidades. A pesar de que me encanto la idea, nunca tome la iniciativa de hacerlo por miedo. En otra ocasión, uno de mis profesores me llamo a su oficina a hablar con el y me regaño por el hecho de ser tímida. Yo estaba sola en su clase, siempre me hacia atrás en un rincón y no participaba voluntariamente, la gente me oía hablar en clase porque el profesor me obligaba a hablar, nunca olvide que me dijo que yo era capaz de hacer muchas cosas, pero que me limitaba por el miedo y que por ello iba a perder muchas oportunidades, y así fue, seguí con el miedo y hasta me perdí de la oportunidad de hacer un semestre de intercambio a Brasil porque me dio miedo ir sola.
He dejado muchas cosas pasar por el miedo: quise hacer un voluntariado en Brasil y otro en Sudáfrica, estudiar piano, clases de natación que inicie y nunca termine por que me daba pena, estudiar pintura, tomar clases de actuación, viajar sola a lugares cercanos del lugar en donde vivo, mejorar mi inglés por medio de conversaciones online o integraciones culturales que realizaban en mi ciudad con gente extranjera, tomar clases de atletismo (porque a pesar de ser mala en los deportes me encanta correr), hasta inscribirme en el gimnasio porque me daba vergüenza ir sola, alejarme de la mayoría de mis amigos por encerrarme en mi mundo, y así muchas otras cosas, la lista es muy larga, y como dice la frase, llega el día en que te arrepientes más de las las cosas que no hiciste.
Hoy estoy intentando cambiar. Estoy intentando rescatar lo poco que me gusto de mi carrera y aprender de ello, estoy aprendiendo a valorar mis cualidades y a dejar de compararme con los demás, quiero aprender italiano y estoy tomando cada día pequeñas acciones que me ayuden a aprender sin necesidad de hacer un curso porque no tengo el dinero, quiero crear una empresa y estoy indagando como hacerlo y lo quiero hacer sin importar que llegue a haber un problema y no funcione ya que eso me ayudara a mejorar mis habilidades en creación de empresa, y quiero estudiar Marketing pero eso todavía esta en espera ya que necesito tomarme el tiempo de pensar y estar segura de que esa es la carrera que quiero para no equivocarme como lo hice con la otra y estoy viendo como irme a Inglaterra o a Canadá sola para mejorar mi inglés, enfrentarme al mundo y poco a poco fortalecer mi confianza y que me pique el virus de el viajero.
Todavía tengo un camino largo pero estoy decidida a hacerlo sin importar cuanto demore porque he dejado que 6 años de mi vida pasen encerrada la mayor parte del tiempo en mi casa por miedo a socializar y vivir nuevas experiencias, y este blog me ha ayudado a motivarme mas a continuar sin miedo a lo que pase porque eso es lo que me ayudara a que supere todas las cosas que por años deje que primaran en mi vida.
Gracias.